Aun siento tus pisadas a mi lado cada vez que mis pies se desplazan de vuelta a casa y mis sentidos perciben cómo el trigo se deja mecer suavemente por la brisa y el sol, mientras tanto, ilumina tanto las flores que nacen como las que mueren. Y sigues a mi lado caminando cada vez que veo como los niños se agolpan a la puerta del circo bailando embriagados por las melodías infantiles. Subo a lo más alto de cualquier cima y tras dibujar un refugio imaginario extiendo mis brazos, miro a mi alrededor con tus ojos juveniles de anarquista y diviso desde lo alto el rincón más recóndito del planeta, haciendo de ese modo que mi mente grite TODO ESTÁ AQUÍ Y AHORA, para que acto y seguido salte al vacío esperando que me recojas. "Te echo tanto de menos...", es lo que hubiera escrito en ese correo que nunca llegué a enviarte y que tanto me pediste...Espero que algún día me perdones.
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4 comentarios:
Precioso, me encana tu manera de expresar.
BESOS
MAR
Pues estuve a punto de eliminarlo... Este no me acababa de convencer...
Besos para ti también.
Seguro que te perdonará, aunque lo más importante es que si realmente necesitas decirselo lo hagas.
Un besazo.
Gracias, Cactus. Creo que ya lo he hecho.
Un beso.
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