lunes, 1 de junio de 2009
Confieso que he pecado
Dicen que el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra y como buena humana que soy he vuelto a tropezar.
Varias horas después de alcanzar el clímax en la casa de un extraño, me vi tentada a comenzar otra vez un largo y tedioso proceso de definición sexual repleto de confusión y dudas, pero en un descuido, cuando me hallaba a punto de comenzar a buscar respuestas, apoyé la espalda contra una de las paredes de mi mente y de forma involuntaria activé el interruptor de la luz. Entonces, lo vi todo más claro: yo me oriento hacia lo ilícito.
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6 comentarios:
El pecado fue satisfactorio?
Si fue así, entonces no pienses, no le des vueltas. Como dice mi psicóloga a veces tenemos que hacer caso al perro de abajo que es el que nos deja sentir.
Un besito.
Más de una nos ha pasado lo mismo. aunque a mi la verdad me gusta tropesar más de una y de dos.
Besos.
MAR.
Cactus: el pecado fue de lo más satisfactorio. Vamos, que más que un pecado casi fue una bendición, jaja.
Mar: Creo que entonces compartimos gustos.
Besos a las dos.
Hola Alky,
Te debía un montón de visitas. Perdóname por no venir más, pero es que siempre ando muy liada. Voy a enlazar tu blog, si no te importa, para tenerte más a mano y saber cuando actualizas...
Respecto a las dudas, yo soy una campeona en eso. a mí me asaltan dudas constantemente, de cualquier índole... Pero, para compensar, tengo un master en "caida de vendas"... A mí la luz me ha cegado en varias ocasiones. Gracias a eso puedo seguir contándolo.
Un beso muy fuerte
Hola, Novicia: Bienvenida a Tellus Mater. Espero que disfrutes de tu estancia por aquí.
Yo tanto como cegarme no lo sé, pero digamos que ultimamente me dejo iluminar, jeje.
Otro beso para ti también.
Hay veces que el mejor camino a seguir es el ilícito.
Un beso y gracias por tu visitilla!
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