viernes, 7 de mayo de 2010

Todos somos moribundos...

...y ultimamente esta afirmación aparece de forma recurrente en mi cabeza. Trato de encontrarle un sentido a esta que será mi efímera existencia, pero lejos de conseguirlo, simplemente logro sentir la inquietud de que en algún momento, un determinado segundo, será el último...mi último...y entonces para mí ya no habrá nada porque yo ya no seré. Supongo que son los contras del ateismo...